domingo, 2 de mayo de 2021

Madre no hay más que una y como tú ninguna.

"Jamás en la vida encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra madre". Honoré de Balzac.
Madre, no sabes cuánto te quiero y te querré. Eso sí, debes de poder imaginártelo muy bien porque no hay persona en este mundo que sea capaz de amar de una forma tan inmensa como tú. Lo estoy intentando, te lo aseguro, pero no soy capaz de expresar todo lo que me viene al corazón cuando pienso en ti. Eres una gran mujer, llena de títulos de los que no te vanaglorias, y tan fuerte que puedes con todo antes de que algo se lleve por delante la felicidad de los que más quieres.

Cuando era niña creía que eras una especie de superheroína, de eso ya hace mucho tiempo.., pero hoy en día estoy plenamente convencida de que lo eres. Titulada en amor, en cada momento te has hecho cargo de mis heridas en las rodillas y en el corazón, curando con tus besos todos mis dolores.

Madre, fuiste mi niñera, mi enfermera, mi confesora, mi maestra de la vida, mi eterna acompañante… Siempre has sabido cómo sellar mis desvelos y mis preocupaciones, algún día me contarás cómo adquiriste esa gran habilidad, porque ser tu hija es un gran privilegio.

Gracias a ti hoy sé que mis logros me pertenecen y que mis sueños no tienen fecha de caducidad. Y cuando más pequeña me he sentido, más me has acurrucado, llenando con tus besos el vacío que la desesperación provocó. Gracias por colmarte de paciencia a la hora de hacerme ver mis errores y por tener esa fuerza sobrehumana con la que siempre consigues descargar mi espalda para que no sufra.

Porque has aprendido a hacer todo con una sola mano, porque has “dormido” con un ojo abierto hasta que has oído que llegaba a casa después de una noche de fiesta, porque me has dado tu trozo de pastel, porque te has aprendido el nombre de cientos de muñecos, porque has tenido la paciencia de conocerme hasta saber qué es lo que pienso y siento.

Gracias por ser la maestra de mi vida, por convertirte en mi ángel de la guarda, por hacer mi carga más ligera, por entregarme tu corazón lleno de amor verdadero y darme el impulso para alcanzar lo imposible.

Gracias, mamá. Gracias. 

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